En estos próximos meses una gran tarea nos espera.
La Oficina de Planeamiento y Presupuesto ha determinado requisitos de profesionalización y austeridad en las empresas públicas. Queda aún por recorrer el camino de la legislación acorde a una economía abierta, en la que el costo de vivir y producir en nuestro país sea accesible para todos.
Son necesarias reformas que flexibilicen el comercio internacional y de frontera orientado al consumo, que hagan el debido lugar a los nuevos modos de adquirir insumos productivos para nuestro país vía compras en línea, y pongan fin al bloqueo en que nos sumerge el régimen actual monopólico de los combustibles.
La enseñanza está siendo objeto de tímidos reajustes de cara a su adecuación al siglo presente. Es necesario insistir en el valor de diversificar las modalidades educativas, recuperar la laicidad en los programas de enseñanza, y volver a capacitar para la realidad y el mundo del trabajo. También en la necesidad de evaluar el desempeño de los centros estatales, e implementar de sistemas adecuados de responsabilidad e incentivos.
La Ley de Urgente Consideración recuperó y abrió espacios nuevos de libertad: el derecho a no bancarizarse, la portabilidad numérica en la telefonía celular, la legítima protección del hogar y del lugar de trabajo, y la libertad de arrendar para quienes no tienen medios para ofrecer garantía. Estos y otros cambios requieren de nuestra acérrima defensa. Debemos poner fin a la corrupción de la democracia que apareja el cogobierno de cámaras y sindicatos.
Reformas del mecanismo electoral están siendo tratadas a nivel parlamentario, lo que abre una puerta a sustituir el sistema de lista “sábana” por uno que represente mejor la voluntad soberana de los votantes.
No hay otro origen para el bienestar que la iniciativa práctica de los ciudadanos. Esta florece cuando hay tolerancia, propiedad, y vocación de servicio.
¡Bienvenidos quienes creen que la libertad es el camino! Con el aporte, militancia y trabajo de cada uno, nuestra Agrupación hará su parte.