Hoy, más de un siglo después de Batlle y Ordóñez, vuelve a estar sobre el tapete la laicidad del Estado respecto de las corrientes filosóficas.
En la actualidad, el enfrentamiento no es entre espiritualistas y positivistas o entre ambos y los católicos. Es entre entre las versiones contemporáneas del pensamiento moderno y posmoderno. Dicho brevemente: entre el realismo y —desde mi punto de vista— el antirrealismo descarado.
El Estado parece que está olvidándose de la laicidad en este sentido. Laicidad que, en tanto es una forma más de no favorecer a una parte con el monopolio de la fuerza de entre elementos en competencia pacífica, es una barrera contra el autoritarismo.
El Leviatán es hoy, en cambio, “barra brava” del antirrealismo: Promueve e impone la doctrina que sostiene la imposibilidad de hablar con significado acerca de una realidad independiente del sujeto. Esta creencia metafísica lleva a su vez a ciertas epistemología, idea del ser humano, ética, y filosofía política que distan hoy de ser universalmente aceptadas, coexistiendo y compitiendo tanto con las posturas religiosas como con las derivadas de la Ilustración.
Estamos en camino a un país que creo que la mayoría no queremos, y de esto participa el silencio de la gente que sabe lo que está pasando pero no se anima a hablar o no lo cree importante o eficaz.
El debate sobre estas cosas tiene historia de ser eficaz y nos dio un país con una libertad de expresión envidiable e increíblemente pacífico y tolerante en lo religioso. Así como viene la mano, me parece que vale la pena debatir.
Yo, ultraliberal y a mucha honra. No pretendo proscribir las escuelas de pensamiento de tronco antirrealista. Simplemente me parece que el Estado, en tanto supuesto delegado de los dueños de este país (los ciudadanos), no debe participar en la imposición coercitiva de ciertas corrientes de pensamiento, de entre varias claramente distintas entre sí a las que adhieren los ciudadanos, de los cuales ninguno es más que otro.
(Publicado en el Correo de los Viernes, octubre de 2017)