A nuestros simpatizantes:

Los derechos individuales y la libertad son el primer bien a cuidar. Vamos camino, por la vía de los hechos, a transformar a nuestra República en un régimen totalitario de espionaje continuo y mutuo.

Precisamos un Estado más chico, menos metido en nuestras cosas.

El avance es producto de la libertad. Durante toda la historia, la opresión lo que hizo fue matar la individualidad, fue matar el espíritu creativo que tenemos todos nosotros.

Toda regulación supone restricciones a nuestra voluntad, cuando la norma debe ser la libertad y reserva, las limitaciones a ésta, raras excepciones. Sin embargo, nos hemos acostumbrado a vivir con ellas y aceptarlas pacíficamente, sin ponernos a pensar el porqué.

Hay que liberar los recursos para que el sector privado empiece a caminar de vuelta. Eso es un tema de regulaciones que hay que tocar, eliminar o cambiar para aligerar la carga sobre el sector privado. El país está totalmente sobre-regulado por donde se lo mire.

Precisamos una ley de responsabilidad fiscal que marque una trayectoria de reducción del endeudamiento público. El ingreso del Estado se mantiene con base en ajustes fiscales recurrentes. En muchísimas empresas están pagando impuestos sin ganancia.

Hay que empezar de vuelta a bajar el número de empleados públicos. El empleo público en Uruguay está subestimado. Hay sociedades anónimas que antes no había, con una gran cantidad de empleados que en realidad son públicos, por más que se muevan bajo el derecho privado.

Hay que revisar todos los contratos de la Administración. Reducir todos los «cargos de particular confianza», que los han más que duplicado, y eliminar las partidas especiales «de confianza personal» con las que los jerarcas contratan directamente.

A mediano plazo, hay que seguir achicando la plantilla. Sin echar a nadie, simplemente tomando uno cada tres que se van, esto puede significar unos cinco mil puestos menos al año.

Otro problema que hay que encarar es que no tenemos acuerdos comerciales. Nosotros pagamos tarifas para entrar, y el resto de países no paga. Va a llevar un tiempo, quizás lleve menos tiempo del que se piensa en la medida que uno se dedique, y ponga todo el cariño y el empeño.

Vamos a revisar renglón por renglón el presupuesto, para hacerlo desde base cero. Y vamos a revisar las regulaciones una por una.

La regulaciones castigan a los pequeños y benefician a las grandes corporaciones. Siempre fue así, y hoy día mas que nunca.

Nosotros queremos defender el derecho nuestro a ser nosotros. A que no nos impongan cosas que no nos tienen que imponer. En la batalla de ideas, ahora hay que hacer un interludio. Hay que ir a la trinchera, a la infantería, a la cancha, al terreno, a pelear para conseguir una representación, que después sí represente las ideas, y pueda dar esta batalla de ideas.

Agrupación Libertad Montevideo